PONGAMOS FIN A ESTE FANGO

Frank G. Rubio

Si, en definitiva, permitimos que la sinrazón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia. Pedro Sánchez.

La condena de Cristina Fernández Kirchner a varios años de prisión por corrupción y su consecuente inhabilitación política han proyectado una sombra inquietante sobre el gobierno de Pedro Sánchez, que ayer jueves buscó durante cinco minutos escasos explicarse ante la nación española mediante la televisión. El juguete favorito de los impostores partitocráticos que desgobiernan nuestro país desde 1978. La partitocracia, que poco o nada tiene que ver con la democracia, aunque en España la haya sustituido desde 1978, se basa fundamentalmente, como bien señaló García Trevijano, en la corrupción.

Sánchez ha pedido perdón, se ha declarado personalmente inocente y le ha colocado el sambenito, con la nobleza que acompaña generalmente sus actos, a su fiel colaborador Cerdán que ha dimitido de su escaño en el Congreso. El gesto de repugnancia hacia este que recogieron las cámaras en el hemiciclo parlamentario el día anterior lo dice todo. Sánchez, al que he frecuentado poco en imágenes y palabras, es un completo indeseable y lo parece. El hecho de que millones de personas le reconozcan liderazgo alguno solo habla de la intensa descomposición de la sensibilidad colectiva del país. Aunque quienes recordamos la etapa de Felipe González sabemos que no hay nada nuevo bajo el sol. La izquierda española, no sólo el PSOE, es fundamentalmente la derecha de la chusma. El vector oclocrático de nuestra Oligarquía. La derecha se limita a asentar sus actos, domesticando al electorado, para mejor complementarla.

Como en tantas otras ocasiones no ha buscado otra cosa que ganar tiempo para seguir manteniéndose en la cúpula. Él y la amplia trama de clientelismo y corrupción institucionalizada que gobiernan nuestro país, desde que llegó al poder mediante una moción de censura para “combatir la corrupción”. Una hora y media después de su discurso a la nación acudió a celebrar, con el jefe del estado y numerosas ausencias, los cuarenta años de adhesión a la Comunidad Económica Europea. El IV Reich en ciernes. La no asistencia de todos y cada uno de los ex presidentes del gobierno y altos cargos de la UE como Úrsula, dieron al acto, al que sólo asistieron los ministros de la congregación de Ferraz, una consistencia y una simbología marcadamente crepuscular.

Algo esta cambiando ya la realidad consensuada, mediáticamente transmutada, contra la voluntad de sus actores principales, y ya no se puede hacer nada por ocultarlo. La lengua de madera institucionalizada de nuestra seudodemocracia queda retratada en las palabras de Felipe VI, cuya mediocridad como estadista queda a la vista cada vez que abre la boca para leer discursos plomizos que alguien le ha escrito:

El verdadero desafío ahora es llegar aún más lejos, involucrar a quienes ya han nacido en un escenario consolidado. Recordó que no deben dar Europa por asentada y calificó de necesidad democrática involucrar a los jóvenes. Sólo participando sentirán que esta Europa también les pertenece. Está claro que las reglas de funcionamiento cognitivas que predican nuestras clases dirigentes con sus actos, y consecuentemente promueven para sus usuarios o súbditos, son la inercia y el olvido.

Ha llovido mucho bajo los puentes, con desbordamientos letales, tras el discurso con que regaló nuestros oídos el autor de Manual de resistencia en abril del año pasado, cuando tras cinco días de reflexión eremítica pronunció frases como estas:

He decidido seguir y seguir con más fuerza, si cabe, al frente de la Presidencia del Gobierno de España.

Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte. Se lo garantizo. Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad, por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades. Asumo la decisión de continuar con más fuerza, si cabe, al frente de la Presidencia del Gobierno de España.

Pongamos fin a este fango de la única manera posible: mediante el rechazo colectivo, sereno, democrático, más allá de las siglas y de las ideologías, que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España.

¿Tiene esta gente algún sentido del ridículo?

¿Habrá sido Melody el desencadenante, la tumba de Sánchez?

Un día antes de su posible y rechazada dimisión, en X, nuestro flamante presidente, una marioneta del comunismo chino, decía: “Acabo de mantener una llamada con León XIV para hablar de los retos a los que se enfrenta la comunicad internacional. España y el Vaticano seguirán trabajando en la defensa de los derechos humanos, en la lucha contra el cambio climático y contra las desigualdades.”

Este viernes 13 Israel ha iniciado el ataque previsto a Irán, la Historia sigue su curso más allá de la parafernalia retórica de los farsantes.

Pedro Sánchez, Pedro Almodóvar, Pedro “el romano”…