EL DISFRAZ DE LA FIESTA

EL DISFRAZ DE LA FIESTA

10 de julio de 2024 1 Por Ángulo_muerto
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Frank G. Rubio

…tienen permiso de desatar la gata interna que llevan atrapada,

así que, miaumiau recontra miau lo digo hoy,

porque entre ser y no ser, yo soy.

Diosa Fortuna es la segunda novela de Marjorie Eljach, Directora del Festival Sui Generis Madrid y la asociación cultural Besarilia. También, en su momento, de la biblioteca Karl C. Parrish en la Universidad del Norte en Barranquilla (Colombia), localidad en la que vino al mundo. Barranquilla es una ciudad costera de tamaño medio, famosa entre otras razones por sus carnavales, de la que todos los españoles con cierta edad hemos oído hablar por aquella canción censurada durante los años 40 y 50. Hablo de Se va el caimán, se va el caimán. Por darle un sentido político que no tuvo en origen pero que el ingenio popular, gentilmente le otorgó.

La novela que nos ocupa, una historia retorcida que mana de una lucha interior, distinta de su primera obra de corte autobiográfico: Elisa y el escarabajo (2019), nos “sumerge en las complejas relaciones que las personas tienen con la fortuna y las fantasías de la riqueza súbita.” Su autora, perfecta conocedora del genero fantástico en todas sus facetas, la considera una novela sobre la paranoia, sobre el miedo a encontrarse a uno mismo. Y sin embargo hay estelas también de sangre en sus páginas…

¿Qué impacto pueden tener sobre los mortales grandes ganancias repentinas. vengan o no de la lotería? Las historias entrelazadas que constituyen esta novela tratan de columbrar una respuesta sobre la cuestión, que no puede ser sino ambigua. A veces la suerte nos habla sólo para maldecir.

Horacio en sus Odas representaba a la Necesidad, como precursora y asociada de la Fortuna. Empuñaba esta diosa de origen etrusco, en sus manos de bronce: grandes clavos, una pinza y plomo fundido como símbolos de tenacidad e inflexibilidad. La Edad del Hierro en la que aun vivimos. A la Necesitad sin embargo también se la representaba, sosteniendo en su regazo un huso en torno al cual gira el mundo; simbolizando la rotación estable y predeterminada de los astros…mientras en este dominio terrenal e imperfecto persistía un mayor margen para el azar y el accidente…el espacio que Fortuna requiere para sus inesperadas actividades.1 Manifiestas muchas veces en el mundo sublunar como tesoro escondido o billete de lotería,

Se ha dicho en algún lugar del cual no recuerdo la procedencia que la poesía es un estado de alucinación. Los personajes que habitan las páginas de Diosa Fortuna ,expresión sin duda del realismo mágico, son deudores de esta máxima que mi memoria imperfecta secreta como anónima. Al final sólo los caracteres enfrentados significados por dos personajes en apariencia irreconciliables, atrapados ambos en la red de aquellos a quienes tenazmente une el imprevisto de una fortuna repentina, acabaran compartiendo una máscara de las infinitas que impone el Destino. Para mejor complementarse.

La obra está repleta de espectros, violencias, buenas intenciones, sueños, terribles resentimientos y metamorfosis. Los esfuerzos por ser otro, en la noche del tigre que es la vida, más aún en países y lugares desprovistos de las seguridades de la pesadilla de aire acondicionado en la que habitamos los europeos, confieren una especial fuerza a los personajes y las peripecias de quienes comparten un Macondo no especialmente amable. Pero por ello no menos mágico en su aparente irrealidad. El tejido de la circunstancia bífida que acaba devorando y protegiendo a sus dos personajes centrales, requiere de una especial combinación de horror y tiernas afecciones, no menos repletas de crueldad, de la vida familiar.

Manadas de mujeres diablo, sucesoras sin duda de la Mamá Grande, tras las bambalinas de un poder inestable, cruel y omnipresente que por definición excluye los agentes libres y autónomos. Un poder que se despliega como rutina de actos espantosos frente al cual se deslizan, a la contra, la Suerte o la Fortuna…como queramos llamarlas. El magisterio de Caos: uno de cuyos gestos es lo impredecible…

1 Luck. Nicholas Rescher. University of Pittsburgh. 1995