COLAPSO (de la victoria contra el Sol)

COLAPSO (de la victoria contra el Sol)

25 de septiembre de 2022 1 Por Ángulo_muerto
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Frank G. Rubio

El tiempo se acaba, literalmente”.

Carlos III

Entre 1965 y el año de gracia de 2022 han transcurrido 57 años y quizá demasiadas cosas. Tanto el principio como el fin de este corte sin duda arbitrario vienen presididos, en este desglose selectivo y simbólico, por eventos protagonizados por toros. Cornúpetas con nombre propio, a los que quiero con ojos de hoguera: “Lucero” y “Limpiador”. En la gematria, este número trino de 19 está asociado a la destrucción. Aún no han llegado sin embargo las auroras que cantan al relámpago, moteadas con ojos de jaguar.

En 1965, en una pequeña plaza de toros de Córdoba, tuvo lugar un experimento decisivo relacionado con la neurociencia, concretamente en su faceta tecnológica relacionada con “el control eléctrico del cerebro”. Lo puso en práctica un científico español, nacido en Ronda: el doctor Rodríguez Delgado (1915-2011). El experimento de telecontrol de la conducta, a través del implante de un dispositivo conectado al muy tierno habitante de nuestro cráneo, resultó un éxito completo. “Lucero” se convirtió en un juguete, “Stimoceiver” mediante, en manos de nuestro flamante “mad scientist”. Había comenzado con ello una nueva época, corría por entonces el año chino de la Serpiente cuya correlación con la astrología occidental es el signo de Tauro.

El orden de las cosas no es de fácil aprehensión o encaje en lugares y tiempos como los nuestros, regidos por la Mentira; hay que hacer muchas piruetas, navegar muchos kilómetros en piragua hermenéutica, en los límites de la experiencia y el significado, para poder atisbar en el formato de “señales” rasgos básicos de la estructura dinámica que anima el flujo universal que los taoístas denominan: “las diezmil cosas”.

El testigo ha pasado de la mano de rigurosos pontífices del platonismo a la estirpe de los seguidores del bardo ciego, aquel que nos legó al “fecundo en ardides” y al “veloz Aquiles”: los Deplorables poetas. Tejedores de sentido y propulsores de ruecas ardientes… ¿o es al revés?… “Trumpianos” y de la piel del Diablo, como son: los Amantes, la Sacerdotisa, la Muerte….

Capar toros había dado origen en un pasado remoto y anónimo a los bueyes. En la era de la animalización programada y consciente de los seres humanos, nos sintonizamos a otras frecuencias…Como todo lo que se hace en nombre de la Ciencia, las finalidades sólo pueden ser nobles: comprender (el cerebro) y ayudar (rehabilitar ciertas funciones cerebrales lesionadas)

Hoy con el COVID, producto más que probable de experimentos realizados en laboratorios de seguridad incierta que buscaban una panacea universal, hallazgo sin duda generoso donde los hubiere si lo hubieran perpetrado con éxito, nos encontramos con un fenómeno parecido. Por ahora lo que se ha consolidado es un flujo creciente de muertes que se cuenta ya por millones, gracias a las “vacunas”. El progreso tiene siempre costes; como dice esa voz de su amo que es Sloterdijk: vamos todos en el mismo barco. Este año danzamos sin embargo a los sones del Tigre de Agua…

El 12 de septiembre del presente año ha tenido lugar en Murcia un extraño y luctuoso suceso, relacionado también con los toros. “Un carnicero ha muerto en la noche del lunes tras ser corneado en los corrales de la plaza de toros de Murcia, cuanto participaba en las tareas de desuello de un astado que había sido devuelto por cojo en la primera de las corridas de la feria”.

Cuando “Limpiador” cayó al suelo y lo llevaban al desolladero, aparentemente muerto tras ser agarrochado men su cajón, se ha erguido de manera sorprendente contra el sueño eterno que le había sido otorgado y ha provocado una parada cardiorrespiratoria, producto de graves heridas de cuerno, a un probo trabajador. El carnicero fue eviscerado por el toro renacido. Toro que supongo de Luna roja, incesante y loca…

No resulta sencillo controlar el potencial uránico de la fecundidad simbolizado por el toro. Y en esto, como en tantas otras cosas, el “último hombre” juega con fuego. Más aún cuando decididamente ha escogido apartarse del ámbito del símbolo y el rito. Quizá por ello, hoy todos los hechos que magnifica la prensa con su difusión masiva y veloz tienen ese carácter obtuso y mortífero que Cirlot (1916-1973) conjuraba en uno de sus poemas:

Ángeles con espadas de niebla / Ángeles del Final de los Tiempos

En el 2022 , año del Tigre según el horóscopo chino (también del Vidrio según instancias más contemporáneas y a pie de tierra), continúan creciendo las muertes por COVID a pesar… leer: más bien a causa de los venenos con los que han sido forzadas a inocularse, sin garantía alguna de reparación, millones de personas a lo largo y ancho del planeta. Se inicia también la guerra en Ucrania, entre Estados Unidos y Rusia, perjudicando ineludiblemente a los países europeos y beneficiando al Foro de Davos. Este último, cónclave mostrenco de iluminados de pacotilla que trata de aprovechar cualquier ocasión para implementar sus planes de fusionarnos con la Máquina, potenciar en nosotros -contra nuestra voluntad- “la realidad aumentada” y salvarnos, no se sabe muy bien de qué… pero siempre “en el mismo barco”… el mismo del “señor de las esferas”. China por su parte se extiende por el Pacífico, con un ingenioso tratado firmado con las islas Salomón, y se aproxima sinuosamente a Ponapé…

Volviendo al principio de este escrito errabundo, a veces explícitamente confuso: las prisas por redimir a la Tierra, “el planeta”, de la amenaza fraudulenta del “calentamiento global”, conduce a propuestas grotescas de corte titánico que muestran el grado de insensatez al que pueden llegar las élites dominantes cuando se combina la creencia religiosa en determinadas simulaciones computerizadas con expectativas de beneficios económicos de corte astronómico. Un estudio de la Universidad de Yale, realizado por un investigador llamado Wake Smith, ha llegado a la conclusión de que se puede poner coto al supuesto proceso acelerado de fusión de los casquetes polares. Su plan consiste en realizar 175.000 vuelos anuales sobre los polos a gran altura (13 kilómetros) liberando determinadas cantidades de dióxido de sulfuro. La finalidad es impedir el paso de los rayos del sol y así “refrescar”.

Es aspirina, no penicilina. No es un sustituto a la descarbonificación”, arguye el Maestro del Universo. Esta actividad titánica de geoingeniería ha sido abiertamente criticada por numerosos científicos que consideran podría tener consecuencias inesperadas y muy graves sobre la agricultura. Una experiencia similar a la propuesta ha tratado de implementarse en Suecia a un nivel mucho más local y contó con tal grado de oposición que no pudo ponerse en práctica.

En España, país más sórdido que interesante en la actualidad, 4000 representantes de nuestra flamante sociedad civil ponen de manifiesto su solidaridad con la corrupción del PSOE y también su condición de paniaguados. España, por cierto, otrora país de misa y mantilla o, por lo menos, de misa televisada ve como en 1965 se cierra el Vaticano II y las lenguas vernáculas sustituyen al latín, inaugurándose también el Segundo Canal de RTVE (UHF); cuestiones ambas, más relevantes de lo que se piensa para la vida espiritual y psicológica (no son lo mismo) de los habitantes de la piel de toro. En los Estados Unidos serán detonadas por esos días varias bombas atómicas subterráneas, como los astados españoles con nombre propio y por ello plenamente acreedoras a la categoría de criaturas de la sombra. Wool, Tern, Kestrel, Palanquín, Centaur y Sulky. ¿Una guerra secreta con los habitantes de las profundidades, esos viejos y terribles demonios del abismo, que amenazan con emerger? 1965 fue “año de la cooperación”, según la ONU. La inversión del UNO

Eris y Nyx, oscuras y bellas diosas, cuyo linaje se remonta a épocas muy lejanas de cronología incalculable, donde olímpicos y titanes aún no habían sido soñados, sonríen en la distancia ínfima. Sin duda la más profunda: la de los microsegundos…El bramido del toro está asociado al relámpago…el que tenga ojos, que oiga.

Cuando los hechos son sólo residuos de metáforas, no es esta su condición prístina, hay que tener mucho instinto, o una bendición directa de la Musa (a través de la que hablan los dioses y/o la providencia), para no liarse demasiado en la entreverada madeja de metáforas con la que es asaltada la persona que no se ha sometido a los tropismos-eje de una sociedad desintegrada. Agregado amorfo que corre, permítaseme una figura tan repetida, desenfrenado hacia el desagüe. Cuando pienso en los rasgos “líquidos” que algunos consideran definitorios de la sociedad contemporánea pienso en ese vórtice, que se abre al abismo en todas las bañeras o en la esquina de las aceras.

No resulta fácil distinguir cuando vemos alguien apresurando su paso, nos sirve perfectamente de imagen el conejo de Alicia, si tiene una prisa justificada o le ahoga la falta de tiempo vital. Esto le pasa también a las civilizaciones, sospecho incluso a las “humanidades” que las habitan, cuando los ciclos cósmicos están presididos por los cielos del crepúsculo. Andando con ello, encarrilándose los circulares, hacia su obligado cumplimiento. Por entonces estos mundos suelen darse o sufrir la forma nada imperceptible de colapso. Como señala intempestivamente el Libro de Daniel (12:4) …muchos andarán errantes y el conocimiento aumentará…

Está claro (todo modo) que “el gran reinicio” no es la Instauratio Magna de Francis Bacon (1561-1626).