JUZA UNNO, BAJO EL SIGNO DE NYARLATHOTEP
2 de noviembre de 2022
Frank G. Rubio
En cada etapa de desarrollo de nuestra cuestión, ¿no se ha revelado el organismo animal como una simple máquina, extraordinariamente compleja, por supuesto, pero igualmente sumisa y obediente como cualquier otra máquina? Pavlov (1900)
Pesadillas electromagnéticas (Satori, 2022), antología de relatos de Juza Unno (1897-1949), es un volumen único en el panorama editorial actual en lengua española. Daniel Aguilar, traductor y seleccionador de estas doce narraciones, procedentes de quien con justicia ha sido considerado como “padre de la ciencia-ficción japonesa”, incorpora un prólogo donde sitúa y describe los rasgos característicos de su biografía y trabajo así como el contexto socio-histórico y literario de este hábil narrador. El mismo Daniel Aguilar nos había ofrecido un avance en su libro Destellos de luna. Pioneros de la ciencia-ficción japonesa (Satori, 2016) con la traducción de tres excelentes historias que figuran también en esta antología. Existe otro relato del autor en Eroguro. Horror y erotismo en la cultura japonesa (Satori, 2018), libro coordinado por Jesús Palacios.
Unno, que comenzó su carrera literaria oficialmente en 1928 en la revista Shin seinen (Nueva Juventud), tenía formación científica (ingeniero eléctrico) y trabajó en el Ministerio de Comunicaciones en el Laboratorio de Experimentación Eléctrica; procedía de una familia de médicos. Su seudónimo viene de una de las manos ganadoras del juego chino de mesa, el Mahjong, que se extendió a Occidente en los años 20 del siglo XX; su nombre original era Shoichi Sano. En 1935 se consagra en exclusiva a la literatura.
La lealtad a su país, que se supone en cualquier persona honorable, le valió el eclipse como escritor cuando terminó el conflicto bélico al ser colocado en la lista negra por las autoridades de ocupación; sin embargo cambió de seudónimo y pudo seguir produciendo material en la posguerra hasta su muerte. Amigo y admirador de Edogawa Rampo (1894-1965) preciso es señalar que comenzó su carrera escribiendo historias de detectives. En la antología que el lector tiene en sus manos encontrará una de sus primeras historias perteneciente a este género: El insólito crimen de los baños eléctricos, donde nos hace partícipes a los lectores de su, por entonces, muy desarrollado y peculiar fascinante modo de narrar; imbuido siempre de intensa ironía y perversidad. Autores que le influyeron: Conan Doyle, Julio Verne, H.G. Wells y Edgar Rice Burroughs entre otros.
Los orígenes de la ciencia-ficción en Japón no son los mismos que en Occidente, tampoco el surrealismo conoció un desarrollo similar al de otros paises occidentales, la propia introducción de la novela en Japón durante el inicio de la era Meiji conoció canales peculiares; tampoco la cultura de masas nipona, ni su relación con la literatura “seria” de su tiempo, serán lo mismo que en los Estados Unidos durante la era del “pulp”. Hasta 1950 no se independizará la ciencia-ficción de las publicaciones de detectives. En Estados Unidos la primera publicación exclusiva de este género datará de 1926 (Astounding)
Unno creó un detective amateur, cuyo nombre está inspirado en la pronunciación japonesa de Sherlock Holmes: Homura Soachi. El lector encontrará un par de relatos con este personaje. En su narrativa, muy abundante y variada, y tomando como referencia esta antología, destacaremos los relatos de alteraciones corporales y “mejora”, las historias de “robots” (“humano artificial”, jinzo ningen) y la presencia de elementos distópicos en el tratamiento del “futuro”. Con relación a la ultima temática citada hay que destacar: El baño musical de las 18:00 horas. Obra delirante situada en un mundo futuro regido por criterios científicos donde los humanos, sometidos a a una dictadura grotesca implantada tras un conflicto bélico generalizado que ha asolado la superficie del planeta, sobreviven bajo tierra siendo periódicamente “tratados” mediante un peculiar lavado de cerebro que se menciona el titulo. Unno se hace pocas ilusiones sobre la ciencia, la mujer y los científicos (“mad doctors”) y planta ante nuestros ojos unas narraciones seductoras e intrépidas, donde lo absurdo, lo satírico y lo demencial se combinan y ajustan como el dedal en el dedo de la divina tejedora. Y no falta sexo porque es una cultura no abrahámica.
En su narrativa yace latente la temática de las amenazas que para la identidad implica el advenimiento de un tiempo donde predomina la transformación de la vida cotidiana por nuevas formas de conocimiento cientifico y prótesis tecnológicas.
La sombra menguante del demonio es un relato de detectives escrito para jóvenes, en él lo maravilloso se combina con lo irracional para producir una fantasía muy divertida sobre presuntos e inquietantes selenitas. Es Unno autor interesado en las alteraciones corporales, lo que “ahora” denominan los cursis “nueva carne”, que inserta sin problemas en numerosas historias. En esta peculiar vertiente hay que destacar Atrapados, narración magistral “ero grotesca” hasta el extremo que hará las delicias del lector. No le van a la zaga El maletín refrigerado de la doctora Hirumi, ni la muy inquietante mezcla de relato de detectives y ciencia-ficción: El crimen del humanoide. Su plasticidad como narrador nos obsequia con relatos de invasiones marcianas como Los que acechan la Tierra o de viaje a un futuro lejano mediante algo similar a la criogenia: El mundo dentro de mil años para terminar con un homenaje muy logrado a Fritz Lang y Verne en La expedición al mundo lunar.
Una antología pues de relatos, que abarcan desde 1928 a 1939, que no tiene desperdicio llena de inventiva, humor e ironía de alguien que sin duda vivió en un mundo donde la imaginación tenia más recorrido que la que permite nuestra deleznable actualidad. La cadena de la caseta del perro en que se ha convertido la sociedad occidental es cada día más corta.
en la ciencia-ficción japonesa.
Juza Unno
Editorial Satori, 2022.